Según María Montessori, los niños absorben como “esponjas” todas las
informaciones que requieren y necesitan para su actuación en la vida diaria. El niño
aprende a hablar, escribir y leer de la misma manera que lo hace al gatear,
caminar, correr, etc, es decir, de forma espontánea.
La Dra. Montessori no estaba de acuerdo con las técnicas rígidas y,
frecuentemente, crueles que se utilizaban en Europa. Basó sus ideas en el respeto
hacia el niño y en su capacidad de aprender, partía por no moldear a los niños
como reproducciones de los padres y profesores.
Concibió a los niños como la esperanza de la humanidad, dándoles oportunidad de
aprender y utilizar la libertad a partir de los primeros años de desarrollo, así el niño
llegaría a adulto con la capacidad de hacer frente a los problemas de vivir,
incluyendo los más grandes de todos, la guerra y la paz.
El trabajo de María Montessori no solamente era el desarrollar una nueva manera
de enseñanza, sino descubrir y ayudar a alcanzar al niño su potencial como ser
humano, a través de los sentidos, en un ambiente preparado y utilizando la
observación científica de un profesor entrenado.
Método Kumon Kumon es un método de estudio individualizado que busca formar alumnos autodidactas, es decir, capaces de aprender por sí mismos. En Kumon se forman diariamente personas con autoconfianza, disciplinadas, capaces de enfrentar desafíos y realizar sus sueños. No hay magia ni milagro. Lo que hay es respeto a la individualidad y al ritmo de desarrollo de cada alumno. Lo que existe es el compromiso del alumno con su propio aprendizaje. Mientras estudia matemáticas o lengua materna, el alumno de Kumon aprende a buscar el conocimiento por sí mismo y se prepara para un futuro brillante y feliz. |